1971

La canción del verano de 1971 fue Help, ayudame! (en tu amistad he puesto toda mi fe), que sin duda hubiese ganado el Festival de Eurovisión aquel año si hubiésemos enviado a Tony Ronald, pues hoy casi 40 años después muchos somos capaces de cantarla de arriba a abajo sin equivocarnos de estrofa. Aquel año ya se habían separado los Beatles y John Lennon cantaba junto a Yoko Ono Imagine, una canción que hace tres días todavía me ponía los pelos de punta en una escena de la serie musical del año: Glee

Mientras tanto en los cines Ali MacGraw y Ryan O'Neal se enamoraban en Love Story y acuñaban una frase que perduró durante años en las postales y dedicatorias: Amar significa no decir nunca lo siento.

En el verano del 71 mis hermanas jugaban con el maletín de la Señorita Pepis a ser enfermeras y mi hermano con el Exin Castillos, y los fines de semana mis padres se los llevaban al parque a patinar con los patines sancheski, que se ataban con unas correas a los pies y que crecían a la vez que tu. Aquel año Pilarín nuestra vecina cosía con un retal pantalones de mariposas y vestidos que picaban para todas las niñas de la casa, y con las bambas a colores corrían al kiosko de alquiler de bicis del Primo de Rivera para ser por un rato los amos de los caminos del parque, desde el Batallador hasta el Rincón de Goya.

Mis cuatro hermanos mayores y sus bicis de alquiler

Mientras mi padre les hacía fotos yo en el verano del 71 les miraba desde los brazos de mi madre y sin duda me fijaba en cómo pedaleaban, con ganas ya de ser mayor e imitarles, con ruedines primero como mi hermano, sin ruedines más mayor con la primera BH.

Mi madre con el pañuelo estilo Grace Kelly y yo con un gorro estilo...no se qué

Las fotos han permanecido en formato diapositiva en un cajón durante años, y ahora gracias a mi hermana pequeña y a un escaner de diapositivas os las puedo enseñar aquí. Ya veis, que lo de pedalear, lo aprendí de pequeña ;-)