lunes, noviembre 01, 2010

Paseando por Gallocanta

Hemos estado un par de días en la Laguna de Gallocanta, pero no nos hemos llevado las bicis: el cielo amenazaba tormenta desde la página del INM, y aunque finalmente llovió menos de lo esperado (afortunadamente), las temperaturas eran muy bajas, y lo único que hemos podido hacer es pasear bien abrigados.

Paseando por La Laguna con dos jerseys (y el abrigo)

La Laguna de Gallocanta es un paraje natural situado a medias entre las provincias de Zaragoza y Teruel. La rodean 5 pueblos, algunos en la zona zaragozana y otros en la turolense. Nosotros nos alojamos en Tornos, en Teruel, en el Hostal las Grullas, aunque hay alojamiento en casi todos ellos, casas rurales como en Las Cuerlas, o un albergue con bastantes plazas y muy buena pinta en Gallocanta


Plano de la Laguna de Gallocanta

Lo característico de la laguna es que es lugar de paso para aves que se mueven del norte de Europa hacia las zonas más calurosas del sur, así que durante este mes de noviembre en el que las aves bajan, y el de mayo, en el que vuelven a subir, la laguna esta llena de aves de diversos tipos en las que destacan sobre todo las grullas. Durante esta epoca más de 50.000 grullas poblan la laguna así que verlas es todo un espectáculo.Yo lo único que sabía de aves migratorias es lo que leí en El maravilloso viaje de Nils Holgersson, un libro sueco que lei de niña en el que un duende viajaba a lomos de un ganso durante toda la migración, asi que pronto me imaginé a las grullas y a sus duendes descansando en la Laguna de Gallocanta.

Estudiando los carteles indicativos de la Laguna

 La Laguna está rodeada de pistas en las que es fácil imaginar una ruta con bicicleta de montaña. A falta de bicis las recorrimos andando. El primer dia fuimos de Tormos hasta el Observatorio de El Cañizar, en el que una caseta nos esperaba para observar a las aves desde allí. Esta ruta son unos 3.5 km (ida y vuelta 7 km), un paseo muy agradable para hacerlo al atardecer, cuando las grullas vuelven a sus dormideros y sus siluetas se recortan el en cielo.

En el Observatorio de El Cañizar (la sombra es de Cucumber , no de la grulla)

Estas sí son las grullas

A la mañana siguiente, ya que madrugamos mucho gracias al cambio de hora, dejamos a las adolescentes de la familia durmiendo en el hostal y nos fuimos de ruta hacia Berrueco. La laguna en ese momento solitaria y silenciosa, nada mas interrumpida por las alas de las grullas, es un remanso de paz. Caminamos un par de horas, hasta que nos entró hambre y volvimos a desayunar. 

La Laguna temprano por la mañana

Con las chicas y ya en coche dimos la vuelta completa a la Laguna, parando en Las Cuerlas y realizando desde allí otra rutilla hasta el Observatorio de La Reguera (otros 6 km más o menos). Así que no hemos pedaleado, pero la verdad es que hemos paseado mucho por Gallocanta: aunque volveremos de nuevo, y esta vez intentaremos volver en bici. Aunque sea en bici o sea andando, Gallocanta es un lugar de lo más recomendable.

3 comentarios:

Toupeiro dijo...

Pues sí que tiene buena pinta la excursión en familia.
A mí también me gusta cambiar de actividad de vez en cuando; entre otras cosas, para romper la rutina.

cucumber dijo...

En realidad el cambio de actividad fue un poco forzado por el tiempo.Pero andar como actividad de movimiento al aire libre..:D, esta tambien muy bien. Toupeiro. las andadas no las metiste en tu exaustivo planing de actividad fisica.

El Impenitente dijo...

El nombre de la laguna es precioso. La verdad es que ya sólo el nombre invita a ir.