martes, mayo 31, 2011

XI Marcha Cicloturista Puertos de Ribagorza 2011. Graus. Huesca

Este sábado 28 de Mayo tuvo lugar la XI marcha cicloturista Puertos de Ribagorza en Graus, en la provincia de Huesca, y alli nos dirigimos Inibi y yo con ánimo de participar en la marcha corta, de 133 k.m. Inibi quería haber participado en la marcha larga de 200 km, acompañando a nuestro Gurú Jose Luis, pero se acabaron pronto las inscripciones y no pudo ser.

Yo, despues de una experiencia amarga y bastante patética en la Cicloturista de Calamocha ,en la que tuve que ser recogido en el k.m 90 por el coche escoba, y de la cual no quiero acordarme, acudía a Graus con el ánimo bastante bajo, pero al terminar el día me pareció una de las experiencias ciclistas más agradables que he tenido en mi vida.


Contento y preparado con la bolsa de la Organización

Nos alojamos el viernes en el Camping Fuente de Regustran, situado a apenas 100 metros de la organización de la Carrera, lo que nos resultó muy cómodo para la recogida de dorsales antes de la prueba, y de ducha y cambio de ropa al finalizarla, además de recibir un trato excelente por parte de sus responsables.

En el Camping controlando los nervios previos a la Carrera

En esta edición se habían apuntado 2120 ciclistas de los cuales únicamente 474 participamos en la prueba corta. Toda esta gente (con todo lo que acompaña) hacen de Graus durante un par de días un paraíso para la bici. El pabellón del pueblo el viernes era un hervidero de gente que recogía la bolsa con dorsales, pin y regalos visitando los diferentes stands de marcas comerciales y organismos públicos.

En el pabellón viendo stands de marcas comerciales (de bicis, claro)

Ya nos pareció que la organización era perfecta, cosa que se confirmó a lo largo del recorrido con docenas de voluntarios ayudando en todo momento a los ciclistas, además de fuerzas de seguridad, ambulancias, etc.

Uno de los buenos detalles de la Organización: Guarda bicis vigilado

Cuando ibamos a comenzar la prueba no es que estuviera asustado, simplemente tenía miedo. Si mirabas a tu alrededor solo veias piernas depiladas y pantalones ajustados, y no era una convención gay. Todas las bicicletas me parecian mejor que la mia, todas las piernas más fuertes que la mías y todos los ciclistas más delgados que yo. En el grupo que me rodeaba había menos grasa que en la pasarela Cibeles, aunque éstos estaban más morenos. Además, sentía que muchos de los ciclistas "machacas" no miraban a los ojos de la gente, miraban a las bicis de la gente.

Mi único deseo en ese momento era no llegar el último, pero cuando empezamos a pedalear sentí que la cosa funcionaba. Tambien me di cuenta de que había gente de todo tipo, edad, sexo y condición, cosa que te ayuda a encontra a tu igual en el grupo con el que puedas pedalear a un ritmo parecido al tuyo. En el primer puerto "Castillo de Laguarres" empecé a adelantar a otros ciclistas, eso me subió la moral y empecé a disfrutar de verdad. En ese momento notas que vas bien, incluso mejor que otros que te rodean, y eso en una carrera, aunque sea a estos niveles, es importante.
Nuestros maillots con los dorsales


El recorrido es precioso, te vas adentrando en valles y asecendiendo a puertos con unas vistas inmejorables, sobre todo subiendo el puerto de Serrate el panorama era impresionante.

Todo funcionaba a la perfección, y llegar al puesto de avituallamiento que se encuentra en el pueblecito de Serrate, donde unas amables señoras te ofrecian comida y bebida a discreción con una sonrisa, fue como acceder al paraíso. Al avituallamiento se le unía que en cualquier punto de la ruta te encontrabas multitud de gente animando y aplaudiendo.

Luego llegan los grupetos, donde tienes que decidir con quien quedarte, ya que si vas con uno que va muy fuerte te puedes quedar sólo y triste. El caso que es que encontré el mio, y estuve tirando de él algun tramo, sintiéndome orgulloso de mi esfuerzo. Los últimos 20 km sentía que los pequeños repechos se me hacian cuesta arriba, valga la redundancia, pero aguantaba, y cuando llegue a la meta fue un momento sublime. Era mi primera cicloturista (que acababa) y habia terminado en el puesto 253 de los 474 que habiamos participado y el 87 de mi categoría (la E , de 45 a 55 años) y una media de 26,75 km por hora. Inibi, por su parte, consiguió el puesto 153, el 40 de su categoría.


Llegada a la meta de algunos ciclistas, supongo que cansados pero felices

Más tarde, tomando cervezas y un generoso plato de pasta en el abarrotado pabellón y charlando con otros ciclistas nos sentiamos eufóricos. Todo había funcionado a la perfección.




Inibi disfrutando de su bien merecida cerveza acompañado de algunos compañeros

Puede parecer superficial, pero después de terminar una prueba como ésta, el sentimiento es de haber superado un reto personal. Quizás tengamos una vida demasiado fácil, y necesitamos superar cosas tan simples como una prueba ciclista o una carrera popular para sentirnos satisfechos, pero bienvenidos sean estos momentos por que te hacen sentirte más vivo.

10 comentarios:

Slim dijo...

si no fuera por los 133 km, hasta me darian ganas de hacer la ruta, aunque solo por conocer el ambiente que tan bien cuentas. sin embargo mientras no haya marchas cicloturistas de 70 km a mi no me verás por allá!

cucumber dijo...

Pues resulta que en Barbastro el día 12 de junio hay una ciclo de dos recorridos. uno de 130 y el otro de solo...52 km,(no competitiva), así que ya no tienes excusa. Quizas este año no,pero al año que viene probamos.Admemás se llama la ruta del Vino Somontano, y te dan una botella a todos los participantes. http://www.clubciclistabarbastro.com/RutaSomontano/2011/RSV2011.htm

Víctor dijo...

Graus tiene entrada y Calamocha no, aquí huele a censura informativa...

Víctor dijo...

Tengo que leerme los posts enteros, que me quedo solo en las fotos

Don Biciclote dijo...

Te acompaño en el sentimiento que transmite tu última frase, amigo. Y si tu último comentario en mi sitio tiene un motivo reciente (o no), también por eso.

Anónimo dijo...

No Victor es que Graus fue el paraíso y Calamocha el dolor y aunque a los ciclistas no va el rollo de sufrir y la épica de hacer una carrera bajo tormentones, viento , lluvia, etc... (en Calamocha), no hay nada como disfrutar de un día de sol, colegas en bici (dos mil y pico) y el paisaje de los pirineos...para cuando la próxima

Inibi

cucumber dijo...

Gracias Don Biciclote: Efectivamente es reciente, y me sentí tan indentificado con lo que ponías en tu post de despedida que tuve que hacer mías tus hermosas palabras.
Victor."Hay un lugar en Teruel, de cuyo nombre no quiero acordarme...".Si alguna vez empiezo una gran novela de caballerias-bicicletas, este será su comienzo.

El Impenitente dijo...

Las endorfinas. Qué malas son. O qué buenas.

Triste y solo. Solo se queda Cucumber.

¿Para cuando la Quebrantahuesos?

Enhorabuena a los dos.

cucumber dijo...

La Quebrantahuesos son palabras mayores. No creo que la haga nunca. Además es de una masificación increible. (aunque no es excusa)
Impenitente: Tus carreras y las nuestras son parecidas en sensaciones.

Toupeiro dijo...

133 km no es ninguna broma. 200 son palabras mayores. Buena media.