sábado, julio 30, 2011

Pedaleando en Benasque

Aprovechando que las niñas estaban de campamento scout en Benasque, hemos pasado unos días por la zona. Nos llevamos las bicis, más que nada porque no estamos acostumbrados a ir solos en la furgoneta, y las dos bicis nos hacían compañía detrás. Más que nada por la compañía, porque pedalear no hemos pedaleado mucho. Y es que el Pirineo Aragonés es mucho Pirineo, y hace falta buenas piernas para recorrerlo en bicicleta.
Todo es grande en el Pirineo, menos nuestras (mis) fuerzas

Nos quedamos en el camping Los Baños, que se encuentra en la carretera de Benasque hacia los Llanos del Hospital. El camping es del viejo estilo, sencillo, pero con vistas espectaculares. Muy tranquilo, tiene un hotel-restaurante al ladito muy recomendable, de los mismos dueños del camping. La acampada scout se encontraba entre Benasque y nuestro camping, y se podía llegar por una pista que fichamos ya el primer dia, para recorrerla en bicicleta.

Nuestra casa , y las vistas espectaculares
A la mañana siguiente y tras un sueño reparador (no hay mejor lugar del mundo para dormir que en un saco doble de plumas) nos levantamos animosos para recorrer una parte de esta bonita zona en bicicleta. Salimos del camping y, en lugar de seguir por la pista hacia Benasque, subimos hacia arriba, hacia el Balneario de Benasque: un lugar algo tenebroso, aislado en lo alto, y al que para llegar las pendientes son enormes: sólo fueron tres kilómetros pero en Benasque los kilómetros son como los años de los perros: 1 kilómetro benasquino es como 7 valencianos.
Subiendo hacia el Balneario con ganas

Una vez arriba, comenzamos la pista que sube hacia los Llanos . La pista es algo complicada para las novatas como yo en la bici de montaña, ya sabéis que soy miedosa y no paraba de darle al freno asi que la bici se bloqueaba provocando que por dos veces acabara en el suelo, bueno más bien en las piedras, y con mis moraduras y un poco de mal genio seguí pedaleando, que remedio.

Qué poco corren los kilómetros en Benasque
La pista te saca a la carretera (con cierto alivio por mi parte) y los últimos kilómetros los haces en ella. El asfalto continua, pero no los coches, al llegar el parking de obligado cumplimiento: a partir de ahí solo pasan los autobuses cada media hora, caminantes y bicicleteros. Esta zona en invierno se convierte en unas bonitas pistas de esquí de fondo: ahora en verano es un lugar precioso, tan verde, tan extenso.
 

En Plan de Están, un lugar para perderse, sea en bicis o con esquís
El asfalto termina en La Besurta, un chiringuito de montaña donde paran los autobuses y donde puedes tomarte un refresco o un bocata, o las dos cosas a la vez. El lugar está ya a 1920 metros de altura. Desde aquí parten senderos y excursiones de todos los tipos, desde la más sencilla de la cascada del Aigüallut (que nosotros hicimos al día siguiente) hasta la cima del Aneto, que nos vigilaba de cerca. 

En La besurta nos habiamos ganado el almuerzo.
 
Comenzamos la bajada, y como ya estabamos entrenados decidimos al volver acercarnos al campamento de las chicas, por la pista que os comentaba. Esta pista creemos que llega hasta Benasque, aunque como no estábamos seguros, en la zona de acampada de Senarta salimos a la carretera, y por ella llegamos al pueblo. Por aqui ya no había cuestas pero la pista era un poco puñetera, con mucha piedra suelta, agua, y otros obstáculos (como vacas, por ejemplo):

Por la pista hacia el campamento

LLegamos hasta Benasque sin apuros, aunque lo malo fue la vuelta al camping: unos 9 kilómetros de subida que se me hicieron eternos, porque se acercaba la hora de comer y la gasolina se acababa. Al llegar, el menú del restaurante hizo milagros, y nos recuperamos en un pispás. Habíamos hecho unos 40 kilómetros y estábamos cansadísimos: la siesta en la tienda hizo el resto. Qué bien se está en la montaña!Al día siguiente dejamos las bicis e hicimos una excursión muy recomendable para todos los públicos: desde el parking, cogimos el autobús hasta la Besurta y de ahi caminamos hasta la cascada del Aigüallut. Continuamos hacia el Col de Toro, aunque la niebla repentina nos hizo bajar sin llegar a nuestro destino. Otra vez será! Aunque la próxima vez iré en verano, que por las noches hacía demasiado frío!

Vengan al Pirineo señores! (diez minutos más tarde llevaba el forro polar puesto)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ jó, maja !!!!!!!!!Qué guapa estás!!!!!!!!!!Tú, tb Isma!!!!!! No seas celoso!!!!!!!!

Anónimo dijo...

El anónimo = el padre y el suegro...

Slim dijo...

thanks dad!

El Impenitente dijo...

Pues mi hermano y yo, cuando nos íbamos de campamento con los scouts, les decíamos a nuestros padres que lo más cerca que queríamos verlos era a quinientos kilómetros.

Y el caso es que nuestros padres siempre nos hacían caso. Llamábamos una vez o dos en un par de semanas desde alguna cabina y ya está. Hubo un mundo sin teléfonos móviles, un mundo en el que todo no era inmediato y la vida entonces era posible. Ya ves.

Slim dijo...

precisamente estaba hablando ahora de eso: vamos en el coche camino de madrid a buscar a mi sobrino y en cuanto baje del avion pienso ponerlo en el facebook (tambien para que lo vea su madre en japon), el caso es que cuando yo fui me pase ahi un mes y no llame a casa ni una vez (creo que a mis padres les escribi unas postales).

Y seguro que pasabamos menos nervios que ahora.