martes, septiembre 06, 2011

Pedaleando en Croacia

Este año hemos vuelto de vacaciones contentos y bronceados: las altas temperaturas nos han hecho pasar unos días de lo más veraniego, lleno de sol, playa y mar. Después de años pasando frío en Suecia, o en Austria, el viaje, repartido entre Italia y Croacia nos ha devuelto el espíritu mediterráneo que el boom inmobiliario casi ha destrozado en Valencia.

Volamos a Italia desde Valencia, directamente a Trieste, una pequeña ciudad al norte del país y que, como toda Italia, tiene encantos escondidos y otros más visibles. Nos alojábamos en el Hotel Roma, en una verdadera habitación cuádruple que nos vino estupendamente, pues acabamos utilizándola más de lo previsto: Y es que el turista veraniego descansa a mediodia, a no ser que quiera derretirse. En Trieste paseamos arriba y abajo desde la catedral hasta la plaza, recorrimos el canal, subimos a Opicina en tranvía, nos tomamos un delicioso gelatto y tomamos fuerzas para llegar hasta el Castillo Miramare, que como su nombre indica está situado en un lugar privilegiado. El Castillo fue residencia de uno de los principes Habsburgo, y está bastante bien conservado.

No está mal la casa de Maximiliano
En Trieste alquilamos un coche con el que partimos hacia Croacia. Para llegar allí tuvimos que atravesar un trocito de Slovenia (a primera vista parece un buen lugar para regresar con más calma). En Croacia queríamos visitar el parque natural de Plitvice, conocido por sus enormes lagos y frondosos bosques, así que nos quedamos en una casita muy cerca: los Apartamentos Helena son uno más de los cientos de alojamientos que rodean el parque, pero su dueña es quizá una de las personas más agradables que he conocido. Además de cambiarnos nuestra reserva por un pequeño apartamento más grande y confortable, nos explicó perfectamente cuales eran los mejores itinerarios para visitar el parque, cosa que hicimos al día siguiente. El lugar no nos decepcionó en absoluto:

Los lagos al fondo
 Además de los lagos, la otra cosa que más nos gustó de la zona fueron las bicicletas que Helena tenía para alquilar. Asi que sin pensarlo dos veces, realizamos una excursión a las cuevas de Baraceve. Las rutas ciclistas están bien señalizadas, y recorren pequeñas pistas asfaltadas donde el pedaleo es placentero de veras.
el mapa que nos facilitó Helena


Las chicas y la pista bien señalizada


Católica croacia   

La excursión resultó muy bonita, aunque nosotros hubiéramos seguido pedaleando tres días, hasta recorrer todo el mapa. En lugar de eso, salimos hacia Dubrovnik y llegamos después de un largo viaje a nuestro apartamento de Zaton Mali. Zaton es un pequeño pueblo situado a unos 8 km de la ciudad croata, en la costa. Nada más llegar nos dimos cuenta de que nos iba a resultar dificil hacer las excursiones planeadas: Mostar, Split, o incluso los paseos por Dubrovnik : el termómetro a más de 30º nos lo impediría, asi que cambiamos el chip, sacamos las chancletas y las gafas de buceo y nos untamos con bronceador. Hacía tiempo que no disfrutábamos tanto de la playa, y es que la costa de Dalmacia está llena de rincones espectaculares, aguas cristalinas, peces por todas partes, rocas, trampolines y ni gota de arena: un paraiso. Cada dia visitábamos una playa diferente y es dificil decidirse por una: Cavtat, Lapad, Sleno, Ston Mali, o la bahía de Zaton, donde estaban ubicados los apartamentos Villa Moretic.

La verdad es que no sé que foto elegir, todas las playas merecen una visita




 En cuanto a Dubrovnik, nos acercamos un par de veces a Stari Grad, la "Vieja Ciudad", alrededor de la cual se desarrolla la nueva en el poco espacio que le queda. Las dos veces salimos disparados, una por el calor y la gente, la otra por la gente y el calor. Miles de turistas se reparten por sus calles repletas de restaurantes, tiendas de recuerdos y de camisetas, chicos y chicas repartiendo folletos, mil olores diferentes y ninguno bueno: Dubrovnik es tan bonito que no puedes ver lo bonita que es de tanta gente que la tapa. 

La calle principal de Stari Grad, rollo calle colón sábado tarde
Hay una cosa que hacen todos los turistas de Dubrovnik y que recomendamos desde aquí: coger un barco. Frente a sus costas hay miles de islas y los operadores turísticos han desarrollado toda una industria a base de excursiones, visitas panorámicas, cruceros por tres islas, discoteca a bordo, etc., todos ellos a precios elevados. Estos barcos turísticos se cogen desde el puerto viejo, en Stari Grad, o desde Lapad. Pero desde el puerto de Gruz se puede coger tranquilamente los barcos regulares de la compañía Jadrolinija que llevan hasta las islas Elaphites sin obligarte a bailar en cubierta: por 6 euros ida y vuelta nosotros viajamos a Lopud, una isla repleta de vegetación y con playas preciosas. Nada más llegar nos encontramos un muchacho que alquilaba bicicletas: el corazón nos dió un brinco, claro.

Por las calles de Lopud  
Señales del paseo ciclista hacia la playa

Lopud, como la isla frente a Estambul que nos contaba Victor, tiene prohibido el acceso a vehículos a motor, por lo que solo cuenta con pistas semi asfaltadas por las que van caminantes, ciclistas o unos pocos carritos de golf para llevar mercancías o algún turista cansado. Lo malo es que la isla tiene una montaña en medio, y para cruzarla has de subir, y luego bajar, lo que sumado al calor y a mi escasa forma, ya sabeis que resultado da:
Algún dia dejaré de poner fotos así..o no. 


Eso sí, al llegar arriba las vistas son preciosas, y el baño que te das cuando bajas en la playa, te sabe a gloria.

Lindo, lindísimo

Con este paseo, la isla de Lopud nos encantó, y también el paseo en barco. Muy recomendable. Y asi, entre baños y buceos pasaron los días en Dubrovnik, resultando una de las más bonitas y refescantes vacaciones que hemos pasado últimamente. Y es que sin duda el sol, el mar, y la comida mediterránea dan como resultado una combinación perfecta para saborear la vida pirata (la vida mejor).

Y, por último, unas recomendaciones si pensáis viajar a Croacia. La moneda es la Kuna, que si miras en Internet, tiene un cambio fijo de 6.5 euros. Pero no hagáis el pardillo como nosotros y cambiés aquí, porque allí os darán 7 o más. Hay un montón de sitios para cambiar, y de todas formas se puede pagar en euros (el cambio que te aplican es más favorable). Y si pagas con tarjeta, tanto Visa como Mastercard te cambian a 7,3 más o menos. En segundo lugar, si pensais hacer ruta por el país mejor os vais alojando en distintos sitios cerca de vuestros destinos: hacer excursiones desde Dubrovnik resultaba complicado no solo por el calor sino por la carretera que llega hasta ahí y que has de recorrer siempre: preciosa, pero llena de tráfico y curvas, donde 60 km se hacen eternos. Hay miles de apartamentos y habitaciones por toda la costa y también por las zonas del interior que recorrimos. Y por último, no dejéis de probar el pescado, los risottos y los calamares rellenos de queso feta: una delicia. Y si lo acompañas con una ozujsko, mejor. Del tema del shopping mejor os olvidais y os reservais para el Outlet que hay frente al aeropuerto de Trieste: en Croacia no hay tiendas! ni mercadillos! (bueno, solo de fruta buenísima). Asi que mejor dejar las tiendas de lado y dedicarse a la playa. Será difícil que yo olvide un momento así:

Creo que esta imagen me acompañará todo el invierno

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Mery, como siempre.....encantada de leerte! Maribel

Slim dijo...

muchas gracias Maribel, me alegro de que te haya gustado. Creo que os habría gustado bastante Croacia, aunque tu este año tambien has visto unas playas preciosas!!

Merche dijo...

Que bien lo habeis pasado!! totalmente de acuerdo en que le sobran turistas a Dubrovnik, seria aun mas bonito.
Merche

Slim dijo...

Si Merche!! no se, quiza en otra epoca sea mejor visitarlo. en noviembre, entre semana, sin cruceros ni cruceristas.
pero es bonito, eso es verdad.

cucumber dijo...

Una ciudad como Dubrovnik deja la condición de ciudad para convertirse cuando se llena de turistas, tiendas, restaurantes... en otra cosa.Algo así como un "centro comercial artístico".

pep-ito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
pep-ito dijo...

Qué pasada, me encanta... lo apunto como próximo destino...
Guauuuuuuuuuuuuu

Don Biciclote dijo...

Como de costumbre, un relato de vacaciones envidiable. Suelo pensar que un año de estos os "copiare"... creo que va a ser el proximo, que seran las primeras vacaciones de mi nueva vida. Recuerdo unas siguendo un rio de Europa... y estas tres ultimas... Algun consejo (mas)? Alguna recomendacion como primera opcion? Un fuerte abrazo

Slim dijo...

gracias Pep!!

tu nueva vida, don biciclote? eso suena muy bien. la verdad es que cualquiera de nuestros ultimos viajes han sido bastante buenos (aunque tienes que tener en cuenta que aqui..solo contamos lo bueno!!!) A mi el de Alemania con base en Gutenstein
http://pedaleandoenvalencia.blogspot.com/2007/09/este-ao-las-vacaciones-las-pasamos-en.html
me encantaron, y guardamos un recuerdo de ellas buenisimo!

cucumber dijo...

Don Biciclote:Si yo tubiera que hacer un viaje con posibilidad de pedalear algunos días, volvería a Alemania para hacer el super-carril del Danubio (Donau Rad-weg). Es una auténtica gozada.
Aunque tambien tengo ganas de probar el Euro-Velo. Un carril bici que cruza Francia.
Suerte y ya nos cuentas

El Impenitente dijo...

Pues tenía Dubrovnik apuntado en mi lista (enorme lista) de viajes pendientes, pero creo que voy a coger la goma de borrar.

Una vez más da gusto leeros, lo bien que lo pasáis y lo bien que lo transmitís. Y da más gusto leeros pues ya hacía tiempo que no publicabais. Menudas vacaciones.

Y aunque no venga al caso, vaya Vuelta bonita estamos viviendo. No hace falta primeros espadas para disfrutar de buen ciclismo.