De vez en cuando visionarios de todo el mundo se empeñan en diseñar nuevos modelos de ciudades en los que quepan las bicicletas, esas nuevas habitantes que se extienden como la peste desde New York hasta Moscú. Como sin duda molestamos al resto de los participantes-peatones, autobuses, y sobre todo los privilegiados coches-se les ocurren ideas para sacarnos de las calzadas y de los carriles bici que ocupan las aceras. Qué mejor modo que elevarnos sobre el suelo, y así desaparecer de su vista.
Las excusas que ponen son siempre las mismas, que si más seguridad, que si menos peligro, que si menos caídas, accidentes y atropellos. Para ello se inventan una red absolutamente segregada, aprovechando viejas vias de ferrocarril en el caso del proyecto de Exterior Architecture para Londres llamado Skyline y del que podéis ver un video aquí.
No se queda atrás el dominicano Richard Moreta Castillo, con una red de carriles bici elevada a 10 metros del cielo y envuelta en una estructura de acero y vidrio, como tubos de una película de ciencia ficción. Le ha llamado Bicimetro Eco Bahn y el resultado sería más o menos así:
Todo menos pensar la solución más barata y más sencilla: pacificar el tráfico, disminuir la velocidad de los coches, bicis a la calzada y todos conviviendo en una ciudad más limpia, menos contaminada, y más segura. Piensa, McFly.
*Gracias a Jorge por el enlace
3 comentarios:
Hombre, por motivos ecologicos, es mas sensato, disminuir el numero de coches y su velocidad. y las bicis a a la calzada. Pero la verdad es que tiene que molar un monton pedalear por eso carriles aereos
Y porqué no túneles separados para coches, motos, camiones, y por colores , por tamaño, etccc...
Utilicemos el sentido común disminuyamos los coches, pacifiquemos el trafico y compartamos los espacios..Bueno , mejor suprimamos los coches eh¡¡
Inibi
Recientemente escuché que existía una iniciativa para que la velocidad en ciudades se redujera a 30 kph. En un principio suena a pesadilla pero me convenció el argumento de que se evitaría el 90% de las muertes por atropello en urbes. Y si así termina la eterna guerra entre ciclistas y automovilsitas pues miel sobre hojuelas.
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