miércoles, marzo 19, 2014

Mar y montaña en Denia

Nos hemos escapado 48 horas de Valencia en fallas para pasarlas en Denia, un sitio al que solemos ir casi todos los años desde que Cucumber y yo nos conocemos. En todas nuestras visitas el perfil inconfundible del Montgó vigilaba nuestros baños y los paseos a la orilla del mar. Nos ha visto aprender a bucear. Nos ha visto cambiar de bañador y de corte de pelo. Conoció la tienda canadiense, la primera iglú, la familiar para dos niñas y nuestras últimas adquisiciones: las 2seconds de Decatlón. El Montgó ha sido testigo mudo de nuestra historia en común y nosotros, siempre a sus faldas, nos hemos hecho mayores. Pero nunca habíamos subido juntos hasta arriba, y era un reto pendiente que decidimos superar ayer.




En nuestra primera visita a Denia, en el año 1991. ¡Qué tiempos aquellos!











Salimos de Valencia con la despertà y nos plantamos en el campo de Tiro de Denia a las 9.30 de la mañana. A esa hora ya apretaba el calor y eso que estamos en marzo. Así que metimos la sudadera en la mochila y con dos litros de agua empezamos el camino. El campo de Tiro se encuentra en la carretera que va desde Denia hasta Jávea. Antes de llegar al desvío del Cabo de San Antonio hay una entrada a la derecha que indica el lugar. Aquí hay una zona de aparcamiento para dejar el coche, y en ella encontramos ya un cartel que indica la ruta hasta la cima del Montgó. No es una ruta larga - unas dos horas y media - pero sí algo difícil.


Al comenzar la ruta, sigues una senda bastante cómoda hasta encarar de frente el Montgó. La montaña nos espera. La ascensión comienza suave.El camino es sencillo y vas ganando altura sin enterarte.


Hemos acertado en subir en marzo, pues todo está muy verde. El paraje que rodea el Montgó es Parque Natural desde 1987. 


Tras unos 300 metros de subida aparece un poste indicador que marca la cima a 2.7 kilómetros, unas dos horas de recorrido. Desde aquí el PR te envía a Denia por una ruta diferente a la del campo de tiro. Si sigues esta ruta pasas por la Cueva del Camello, y llegas a la ermita del Pare Pere. Nosotros comenzamos la subida, que en ese momento sigue un zig-zag ascendente hacia la cima.


El camino es espectacular, no sólo por lo que vas encontrando, sino también por las vistas que poco a poco vas alcanzando: Denia y Jávea se van viendo cada vez más chiquitas frente al Mediterráneo azul. Aquí es cuando te alegras de la declaración de Parque Natural del 87:  las casas y chalets llegan justo hasta la linde, y si no lo hubieran evitado, toda la montaña estaría llena de piscinas privadas.

Acabado el zig-zag, llegamos a la última parte de la ruta. El cartel que lo señala, es algo amenazante.


Realmente esta última parte de la subida, con un desnivel de unos 130 metros, es el más peligroso. No existe senda, y la ascensión se hace entre rocas bastante grandes, resbaladizas, y sin apenas sujeción. Me ayudo de las manos en varias ocasiones, pero al final, aparece ante nuestros ojos la cima del Montgó.


Son 752 metros de altura y unas vistas espectaculares, desde las que en días claros se ve Ibiza-aunque hoy no es el caso. Además de eso, podemos ver el Cabo de la Nao, las playas de Denia y Jávea, Calpe y el Peñón de Ifach, y el Puig Campana dominando el paisaje.

Una excursión muy recomendable. Aunque si no tenéis tantas ganas de andar, desde Denia os aconsejamos una bonita salida en catamarán, que hicimos al día siguiente.  Al ir entre semana y día laborable, nos apuntamos al paseo de las 11 y estamos casi solos. Casi, porque junto a nosotros viajaban los tres chicos de la tripulación. La experiencia es absolutamente increíble, y en sólo 50 minutos recargamos las pilas para lo que nos queda de curso.


El barco es muy bonito. El paseo lo organizan desde el puerto, la empresa Mundo Marino, que ofrece excursiones en barco a Jávea, Calpe o Altea, salidas con visión submarina o panorámicas de la puesta del sol: sea cual sea tu gusto te ofrecen una a tu medida. 


Una opción más que recomendable si visitas Denia o alrededores. Después del barco, nos acercamos a comer al Sendra: el menú elegido un arroz a banda espectacular del que pongo la foto a petición de Sisterboy:


Nosotros volvimos tan felices que hasta cogimos con ganas la verbena de la falla. Y seguro volveremos a Les Rotes, a bucear, al camping Los Pinos, el verano que viene. Pero desde ahora miraremos hacia arriba, hacia el Montgó, de otra manera. Ahora ya hemos subido hasta su cima, y podemos hablarle de tú a tú.

9 comentarios:

SisterBoy dijo...

Faltó la nota gastronómica pero les perdono

cucumber dijo...

No podemos olvidar el pequeño hotel donde hemos estado, y que nos ha parecido totalmente recomendable. http://www.hotelrosadenia.com/
Y respecto a tema gastronómico, no podia faltar el plato tìpico de la zona. Arroz a banda. Impresionante.

Slim dijo...

Córcholis es verdad! Imperdonable. Te pongo la foto del arroz Sisterboy!

SisterBoy dijo...

Gracias :)

Rous dijo...

iba a preguntarte por el hotel pero ya has dicho que bien, ¡que buena tierra la marina alta!

El Impenitente dijo...

Imagino que el Montgó diría -¡ya era hora!- y os echaría la bronca por haber tardado tanto, después de tantos años.

Y si tuviese que hacer un podio gastronómico, el arroz a banda estaría ahí.

Slim dijo...

Oye, Rous, super recomendable..que tal tú por el Albir? Este es diferente, muy pequeño, de estos que te tratan como si fueras de casa. La señora ROSA un fichaje, y muy buena cocinera. Nos hizo unas tortitas para desayunar!! ñam!

Slim dijo...

Arroz a banda, paella, fideua, a mí es que me gusta todo impenitente! les daría premios a todos, como los banderines de las fallas.

Rous dijo...

el Albir muy corto, voy a repetir por Noruega cuando me dejen :-)