GREDOS 2007

Creo que no hay nada más divertido en el mundo que irme unos días de ruta de bici con mis amigos, ( y no lo digo yo solo, también lo dicen mis amigos que son gente muy sabia) ya que en esos días únicamente hacemos lo que más nos gusta: ir en bici, comer, almorzar, beber, reírnos, decir chorradas y volver a ir en bici por sitios increíbles. ( lo único que faltaría sería el sexo, ( no solo hablar claro!) pero sería complicado encajarlo en nuestra hoja de ruta.

DESCANSANDO NOSOTROS Y LAS BICIS

Este año nos decidimos por la sierra de Gredos, saliendo de Talavera de la Reina (Toledo) y durmiendo en Jarandilla de la Vera (Caceres), con un recorrido de 97 km, pasando por el embase de Navalcan, llegamos a Candelada y seguimos por el Valle del Vera, famoso en el mundo entero por su pimentón. El recorrido no es demasiado duro y todo el tiempo podemos observar el paisaje de dehesa, con cientos de encinas. El único obstáculo lo encontramos en un puerto fantasma ( dícese del puerto que no tiene nombre en el mapa y te lo encuentras sin avisar apuñalándote por la espalda) por eso siempre recordaré el pueblo Losar de Vera como el pueblo cuesta arriba más largo de España. Así llegamos a Jarandilla donde dormimos en una casa rural para nosotros solos y donde repetimos nuestros ritos tribales, luchando contra la deshidratación y la inanición con todas nuestras fuerzas y elementos disponibles.

MIRANDO UNA VEZ MÁS NUESTROS MAPAS

Al día siguiente, después de un subidón de un par de k.m nuestra primera parada fue en el Monasterio de Yuste, la última morada del emperador CarlosV y donde tuvimos una discusión acalorada y de gran nivel científico-histórico sobre si la silla ortopédica para la enfermedad de la Gota era o no la autentica que uso nuestro emperador más internacional. Después de la cultura, más bici!, para subir el Puerto de Piornal, un puerto que se ha ascendido alguna vez en la vuelta ciclista a España. Este puerto como diría Rajoy es “un puerto muy bonito”, que no llega a tener grandes desniveles y se sube bastante cómodo a ritmo. En la vegetación aquí el rey es el roble que se encuentra en todas partes, y para nosotros que vivimos en el Mediterráneo y no estamos acostumbrados a este hermoso árbol nos resulta muy novedoso. Desde el Piornal bajamos al Valle del Jerte, y empiezan a surgir cientos de Cerezos, producto del que parece que vive bastante gente de la comarca y que nosotros también disfrutamos por supuesto.

¿PERTENECIÓ O NO, ESTA SILLA AL EMPERADOR?

Desde aquí nos dirigimos al Barco de Avila donde íbamos a dormir, pero antes tuvimos que ascender el Puerto de Tornavacas, que no era muy duro, pero si que lo volvió el calor y la pesadas digestión de la ligera comida que habíamos tomado previamente. En la cima pasamos a Castilla-Leon, o sea a Avila, y alli constatamos que los abulenses son la gente que más cantidad come de España y tal vez del mundo. Esa noche, con lágrimas en los ojos después de degustar de unos amplios entrantes, tuvimos que dejarnos en el plato más de la mitad de un gigante y hermoso muletón de una vaca seguramente gigante y hermosa.

LAS VACAS, LAS ÚNICAS QUE ANIMAN A LOS CORREDORES

El tercer día, tuvimos el recorrido más largo y también el más espectacular. De los 112 km, no había ninguno con desperdicio. Cogimos la carretera que transcurre a lo largo del río Tormes, pasando por La Aliseda, Navalperal de Tormes y que llega al Parador Nacional de Gredos con una arquitectura muy del gusto del público madrileño, tipo Escorial. Previamente ya habiamos tenido lucha encarnizada para llegar al alto de Barajas, con sprint en lo alto incluido. Desde allí, bajada espectacular con buen asfalto a 65 p/h y el viento en tu cara, en plan vaquero solitario: momento 100.

Tomamos la carretera que transcurre a la vera de otro rio, en este caso el Alberche, pasamos pueblos como Hoyocasero ( donde otra vez tuve que ver como se quedaban en las bandejas mucha cantidad de cocido, sardinas, etc, y la monserga de siempre “joder, con el hambre que se pasa en Africa”, en fin cosas alimenticias de Avila) y ya en Navalosa tomamos el clásico atajo por el que te ahorras 10 km, pero en realidad es una pista asfaltada que parece diseñada para que un ciclista pardillo tire su bici al barranco).

En ese momento comienza la ascensión al Puerto de Mijares de 1577 metros. El puerto es muy largo y por eso la pendiente no es excesiva, pero sinceramente acojona, por que se ve en todo momento lo que te queda por subir, y ya se sabe que ojos que no ven…(ostia que te pegas). En la cima del puerto mucho frio, foto en el cartel, ropa de abrigo y 14 km de bajada hasta el pueblo del mismo nombre donde pernoctamos.

INIBI EN PLENA ASCENSION DEL MIJARES

El último día la ruta es reducida, porque tenemos que volver a Talavera, por La Iglesuela, Navarcuende y Marrupe, coger nuestra furgoneta que esta a buen resguardo en un parking del centro, tomarnos alguna cerveza con buen pincho de regalo, y volver a Valencia.
Si alguien tiene más interés en esta ruta, mis colegas preparan siempre la altimetría del recorrido y la ruta a través del Google Earth que se le puede enviar a quien lo pida.
También me gustaría agradecer al Aguardiente Ruavieja y al Vodka con Tónica su colaboración en la ruta y de momento ya estamos pensando en la ruta anarko-ciclista 2008.