domingo, septiembre 06, 2009

Contrarreloj

Ayer amaneció gris y otoñal. Nos acercamos al puerto mirando al cielo, y al llegar todavía aguantaba sin llover, así que aprovechamos para meternos entre los autobuses de los equipos, echar un vistazo a las bicicletas, curiosear entre los mecánicos. En cada autobús había un espacio entoldado con unos rodillos preparados para que los corredores entrenaran. Faltaba poco para que empezara, asi que en ese momento pedaleaban con fuerza los primeros corredores de la contrarreloj.



2 corredores del Andalucía Cajasur, con los "galones" que proporciona entrenar al sol.

Nos acercamos al stand del Caisse d'Espargne con la ilusión de ver a Valverde, pero todavia no estaba por allí, pudimos ver eso si su bicicleta, y la rueda lenticular que se iba a poner en la bicicleta para la carrera.

La bici de Valverde con el dorsal 51

y su rueda lenticular

Nos encantó ver todo eso, que habíamos visto tantas veces desde casa, y tenerlos alli tan cerca nuestro, tanta bici y tanto maillot, que estábamos como chiquillos. Nos habíamos sacado una chuleta con los corredores, asi que les mirábamos el número de dorsal para identificarlos, porque no los conocemos a todos, y además se parecen tanto unos a otros que era posible que pasara uno de los buenos y no lo conocieramos, todos tan flacos, tan morenos, con el casco y las gafas. Nos quedamos encandilados con los mecánicos y los camiones llenos de ruedas, cámaras y cuadros de bici.

Ahi se mete alguno que yo me se y no sale nunca más

Salieron los primeros corredores, y empezó a llover. Así que nos pusimos los chubasqueros y empezamos a animar. Salimos un poco a la primera rotonda, y les vimos pasar la primera curva peligrosa, con los coches detrás que les iban marcando y diciendoles, cuida ahora, gira ahora. Nos sentamos un ratito en las gradas del circuito y nos comimos un bocata rezando para que parara de llover. Y empezamos a tiritar cuando aún no habían empezado a calentar ni Boonen, ni Valverde, ni Samuel, ni Cancellara. Qué rabia que nos dió. Pero tuvimos que irnos a casa, pues la pancarta que habían hecho las niñas se estaba destrozando, y nos estábamos quedando tiesos.



La pancarta de las niñas, antes de la tormenta.

Así que no pudimos ver salir a los buenos, y tuvimos que volvernos a casa a verlos desde el sofá con la manta. Ganó Cancellara como era previsible, y se agenció de paso el maillot oro, aunque seguramente lo perderá hoy en un etapón de montaña con 8 puertos (y por cierto hoy vuelve a hacer un calor infernal). Una pena, pues mi foto con Tom Boonen tendrá que ser otro año...o no.

Con Tom Boonen...aunque no fuera el de verdad.

Nos quedamos chafados. Menos mal que a la noche se arregló con el concierto de Nixon, que lloviera o tronase fuera poco nos importó a los incondicionales que nos juntamos en el Wah Wah, con ganas e ilusión de volver a verlos. Nos presentaron las canciones de su disco nuevo, El perro es mío: la primera que sonó fue Brackets, y después sonaron Inditex, Erasmus borrachas y Nombres y teléfonos. Richi nos cantó también Museo británico, además de Banderas rojas. Del disco Es perfecta sonaron Nadia, Alumno o profesor, y mi favorita, Vagamos por las calles. Y no se si alguna más. Entre canción y canción de Nixon nos ofrecieron algunos clásicos de La Costa Brava que yo personalmente siempre agradezco volver a oír: Natalia Verbeke, Déjese querer por una loca y hasta se atrevieron con 33 (nosotros nos cogimos los 5 de los brazos como ellos solían hacer y Sergio dejó por un rato sus quehaceres celestiales y bajó a cantar). Nostalgia, homenaje, que se yo. Otro recuerdo perfecto que me fabrico y me almaceno para siempre.

Fran, Richi y sus guitarras: cuarteto inseparable


8 comentarios:

jose dijo...

¡Que suerte! por el norte no veremos pasar la serpiente multicolor pero...
Tambien me gusta Nixon

Slim dijo...

que ademas es asturiano, como tú!

cucumber dijo...

bicis y musica! buena combinación! cervezas y musica!:tambien!
bicis y cervezas:of course. Y los tres elementos a la vez: elnovamás

El Impenitente dijo...

Has vuelto con ganas. Eso está bien.

Yo me acerqué al Jamonero junto a mi crío. Estuvimos un rato aunque no demasiado por la lluvia. Mi crío disfrutó un montón viendo a los ciclistas. Yo lo hice el doble: viendo a los ciclistas y viéndole a él disfrutar.

jose dijo...

Seguro que puedes con cualquier montaña.los Nixon me los presento slim en su blog. Por aquí tienes un amigo

Víctor dijo...

Enhorabuena blogueros, aparecéis como entrada número 1 en google para todo aquel al que se le ocurra buscar "rueda ventricular"

Slim dijo...

jajajaja pues ya esta corregido, aunque quiza deberia haberlo dejado por ese puesto numero 1!!!
menos mal que hay profesionales que leen este blog. un beso ventricular!!

toupeiro dijo...

Es cojonudo poder disfrutar un rato de cerca de todo ese ambiente. Mi hijo y yo lo hicimos el año pasado y me quedó un recuerdo estupendo.