Pedaleando desde Turís a Dos Aguas

El pasado domingo, aprovechando que el invierno todavía nos deja  pedalear a gusto en Valencia sin pasar mucho frío, salimos de ruta por una zona que aún no habíamos recorrido: fuimos a pedalear por la comarca de la Hoya de Buñol, aunque sin tocar este último pueblo. Aunque la salida fue desde Turís, que no pertenece a esta comarca, la ruta pasó por Alborache, Macastre y Dos Aguas, los tres pertenecientes a la Hoya, además de por la espléndida Sierra del Ave, un paraje espectacular, antes de volver a Turís por otra carretera.

La ruta circular del pasado domingo

A la ruta nos apuntamos Cucumber y yo, Inibi y nuestro amigo Gonza, que llevaba unos días sin salir. A última hora se retiró Pedro (aunque le esperamos a la próxima)- Quedamos a las 8 de la mañana, y nos montamos en la furgoneta con muchas ganas, las bicicletas y algo de sueño y frío, en dirección a Turís. Una vez allí, dejamos el coche, nos montamos en nuestras bicis y pusimos el cuenta a cero. Los primeros cinco kilómetros hasta Alborache nos sorprenden por la cantidad enorme de coches que nos encontramos, hasta que llegamos al pueblo y vemos la causa de tanto tráfico: el mercadillo dominical, que a esas horas ya está montado y listo para recibir a los visitantes. Los coches continúan hasta Macastre, a unos tres kilómetros del mercadillo, pero una vez pasado este pueblo termina el tráfico al menos sobre cuatro ruedas, porque hay otro que nos acompañará toda la ruta: motos de mucha cilindrada (al menos por el ruido que hacían lo parecía) pasan a nuestro lado sin piedad, arriba y abajo, por todo el camino- La razón está clara: es una carretera con curvas espectaculares, descensos y subidas, pero con un firme en muy buen estado: justo lo que les gusta a los moteros.

A mitad de camino entre Macastre y Dos Aguas, y los motoristas al fondo

 La carretera que nos lleva a Dos Aguas, como he comentado antes, atraviesa un paraje natural llamado la Sierra de Ave. Las vistas desde los collados son espectaculares de toda la Hoya de Buñol. En esta Sierra hay picos que alcanzan los casi 1000 metros de altitud, y aunque la carretera no llega a tanto, estamos a mucha altura, aunque no llegamos a sentir frío: la carretera sube y baja sin remedio y yo paso de 8 a 40 km por hora a cada poco, y de desabrocharme la chaqueta a quedárseme la nariz helada: contado así parece una tortura pero la verdad es que disfrutamos un  montón!

Gonza, Inibi y Cucumber en el mirador de la carretera

Después de subir hay que bajar

Cucumber y Dos Aguas al fondo (y el almuerzo esperándonos)

 Una vez en Dos Aguas paramos a almorzar (bendita palabra) Tuvimos que ir a dos bares, porque el primero estaba lleno de moteros, aunque creo que acertamos porque los bocadillos estaban buenísimos, y además el señor nos dió unas aceitunas caseras que estaban rebuenas y hasta nos explicó la receta. Una vez reconfortados, paramos en la fuente de Dos Aguas a llenar nuestros bidones. Gonzalo calculó los kilómetros de vuelta: 28 hasta Turís.

En la fuente nueva de Dos Aguas, tras rellenar los bidones

Al salir de Dos Aguas, vuelven las subidas y bajadas, y sobre todo el primer repecho, que nos pilla desprevenidos, nos cuesta subirlo (bueno a todos menos a Inibi que está que se sale, el tío). Al final conseguimos subir y continuar hacia un pueblo o urbanización llamado Altury. El paisaje comienza a cambiar completamente, y vemos viñas y naranjos a ambos lados de la carretera, y hasta huele a paella (la gente en las casetas está preparándola): la temperatura es más agradable y sale timidamente el sol: esto ya parece...Valencia! Recorremos los últimos kilómetros alegres y sin grandes esfuerzos llegamos hasta Turís: han sido 60 kilómetros para nuestras bicis y nuestras piernas, y nos espera el sofá para descansar, hasta la próxima ruta.