Con la bici de montaña y mucho calor salimos ayer de casa e hicimos una ruta asequible: yo con esta bici aún soy novata y la bici me resbala subiendo, y en las bajadas aún es peor. Asi que realizamos una ruta circular, mitad montaña y mitad asfalto, y hacia la 1 habíamos terminado pues el sol apretaba de lo lindo.
Salimos del Monasterio del Santo Espíritu, en Gilet, desde donde nacen diferentes caminos para ir andando o con la bici. Nosotros cogimos el que marcaba en dirección Puçol:
Con el cartel indicativo, que casi fue el único que vimos en todo el recorrido. |
En el cartel marcaba 8.9 km, y al empezar a pedalear nos dimos cuenta de que era casi todo bajada: como acabamos de empezar y nos queríamos cansar un poco decidimos meternos por un desvío a la derecha en el que marcaba el Pico del Águila, (uno de los tantos que existen por aquí):
Hacia el mítico Pic de l'Águila |
La subida es de pocos kilómetros, pero tiene unas cuestas bastante empinadas: nada que no se pueda arreglar bajándose una de la bici un poquito, cuando se te queda atorada por unas piedras, por ejemplo. A la bici de montaña hay que aprender a ir igual que con la otra! Lo mejor de esto es que los coches no te molestan en absoluto.
La soledad de la ciclista de montaña |
Llegamos al Pico del Águila y nos enteramos porque había alli tres ciclistas que nos lo dijeron, porque no había cartelito ni nada. Nos explicaron que podíamos seguir el camino (marcado con pintura verde y blanca) y llegar hasta la Moleta. Pero el camino empezaba a descender primero, y luego tenía pinta de subir mucho: decidimos dejarlo para cuando estemos más entrenados y también para cuando haga menos calor. Así que volvimos sobre nuestros pasos y bajamos de nuevo los caminos que habíamos subido. Yo esta vez no me bajé de la bici, pero pasé un poco de miedo, la verdad.
Bajando sin dejar de frenar |
Llegamos hasta el desvío del Pico del Águila y seguimos ahora sí hacia Puçol, volviendo a coger el camino que antes habíamos dejado. Esos casi 9 km eran como habíamos supuesto casi todo bajada o llaneo, bastante suave. Aquí si disfruté yo, rodeados de árboles y de aire puro, dejando que la naturaleza de la sierra Calderona nos entrara por todos los poros de la piel.
Disfrutando de la bajada |
Al llegar a Puçol se entra por la Urbanización Alfinach. Una vez tocamos nuestro querido asfalto ya no quisimos dejarlo, y salimos a la nacional 234 para recorrer la distancia entre Puçol y Gilet, y desde allí al Monasterio donde iniciamos la ruta. Justo antes de llegar paramos en el bar La Pérgola para tomarnos un bocata, que nos lo habíamos ganado. Y así, con las bicis y nuestros maillots manchados de barro volvimos a casa contentos de haber recorrido una parte de una de las zonas más bonitas de la Comunidad Valenciana: la Calderona.
2 comentarios:
Habría que hacer un censo de cuantos Picos del Águila hay en Valencia.
La Calderona. Siempre que voy sufro mucho pero disfruto más. Es un paraíso, desde luego. Y lo tenemos ahí.
y huele de maravilla!
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