domingo, junio 26, 2011

Pedaleando por los caminos de la Calderona

Con la bici de montaña y mucho calor salimos ayer de casa e hicimos una ruta asequible: yo con esta bici aún soy novata y la bici me resbala subiendo, y en las bajadas aún es peor. Asi que realizamos una ruta circular, mitad montaña y mitad asfalto, y hacia la 1 habíamos terminado pues el sol apretaba de lo lindo.

Salimos del Monasterio del Santo Espíritu, en Gilet, desde donde nacen diferentes caminos para ir andando o con la bici. Nosotros cogimos el que marcaba en dirección Puçol:

Con el cartel indicativo, que casi fue el único que vimos en todo el recorrido.
En el cartel marcaba 8.9 km, y al empezar a pedalear nos dimos cuenta de que era casi todo bajada: como acabamos de empezar y nos queríamos cansar un poco decidimos meternos por un desvío a la derecha en el que marcaba el Pico del Águila, (uno de los tantos que existen por aquí):

Hacia el mítico Pic de l'Águila
La subida es de pocos kilómetros, pero tiene unas cuestas bastante empinadas: nada que no se pueda arreglar bajándose una de la bici un poquito, cuando se te queda atorada por unas piedras, por ejemplo. A la bici de montaña hay que aprender a ir igual que con la otra! Lo mejor de esto es que los coches no te molestan en absoluto.

La soledad de la ciclista de montaña


Llegamos al Pico del Águila y nos enteramos porque había alli tres ciclistas que nos lo dijeron, porque no había cartelito ni nada. Nos explicaron que podíamos seguir el camino (marcado con pintura verde y blanca) y llegar hasta la Moleta. Pero el camino empezaba a descender primero, y luego tenía pinta de subir mucho: decidimos dejarlo para cuando estemos más entrenados y también para cuando haga menos calor. Así que volvimos sobre nuestros pasos y bajamos de nuevo los caminos que habíamos subido. Yo esta vez no me bajé de la bici, pero pasé un poco de miedo, la verdad.

Bajando sin dejar de frenar
Llegamos hasta el desvío del Pico del Águila y seguimos ahora sí hacia Puçol, volviendo a coger el camino que antes habíamos dejado. Esos casi 9 km eran como habíamos supuesto casi todo bajada o llaneo, bastante suave. Aquí si disfruté yo, rodeados de árboles y de aire puro, dejando que la naturaleza de la sierra Calderona nos entrara por todos los poros de la piel.

Disfrutando de la bajada
Al llegar a Puçol se entra por la Urbanización Alfinach. Una vez tocamos nuestro querido asfalto ya no quisimos dejarlo, y salimos a la nacional 234 para recorrer la distancia entre Puçol y Gilet, y desde allí al Monasterio donde iniciamos la ruta. Justo antes de llegar paramos en el bar La Pérgola para tomarnos un bocata, que nos lo habíamos ganado. Y así, con las bicis y nuestros maillots manchados de barro volvimos a casa contentos de haber recorrido una parte de una de las zonas más bonitas de la Comunidad Valenciana: la Calderona.

2 comentarios:

El Impenitente dijo...

Habría que hacer un censo de cuantos Picos del Águila hay en Valencia.

La Calderona. Siempre que voy sufro mucho pero disfruto más. Es un paraíso, desde luego. Y lo tenemos ahí.

Slim dijo...

y huele de maravilla!