jueves, septiembre 27, 2012

Estamos locos o qué

Para mucha, mucha gente los ciclistas estamos un poco mal de la cabeza. Si vas en bici a trabajar, no entienden cómo pedaleas por la calle en invierno con el frio que hace, ni en verano con la calor. Si haces ciclismo de carretera, como te atreves con la de coches que pasan por tu lado a toda velocidad. Si haces montaña. eres de esos chalados que se tiran por los terraplenes. Y si haces rutas cicloturistas, cómo puedes cargar con las alforjas durante horas y horas y recorrer tantos kilómetros. Y es que sí, es verdad, el ciclismo es bastante duro. Y puede que necesite de ese punto de locura para levantarte un domingo temprano y salir a pedalear sin pereza ninguna. No quiere decir que no lo pasemos mal, a veces. Pero cuando las circustancias son adversas, más que locura lo que necesitamos es mucha cordura para analizar la situación y saber sobreponernos.


La cabeza también se entrena, pues la mente también pedalea. Es la mente la que ordena a las piernas que aguanten un poco más en la subida de un puerto, cuando las fuerzas flojean. Es la mente la que se fija en objetivos cercanos, aquel árbol, aquella señal de tráfico, para que no se nos haga tan largo. Las neuronas le prometen a las piernas un descanso, y al estómago un bocadillo. Entrenar la cabeza para saber subir a ritmo y regular las fuerzas para no ahogarse es tan importante-o más-que tener los músculos de un campeón. (Aunque todo ayude).

5 comentarios:

cucumber dijo...

Pero que bien lo defines, como se nota que has subido algun puertaco/

Slim dijo...

Y sufrido!!

El Impenitente dijo...

Hace un par de domingos salí a rodar. Estábamos en Villaescusa y el día anterior habíamos estado de boda, por lo que salí tarde y no en las mejores condiciones. Aún así todavía hice hora y cuarto. Hacía muchísimo calor. Al llegar a un cruce de caminos vi a lo lejos a un ciclista con un maillot que me resultó familiar. Me paré a esperarle. Es un hombre ya jubilado, antiguo corredor (y de los buenos) al que los tobillos le hicieron abandonar y desde entonces se pasó a la bicicleta. Es un machaca a quien conozco desde hace mucho tiempo. Estuvimos charlando un rato sobre lo de siempre, de dónde vienes, a dónde vas, rutas y entrenamientos. También nos quejamos del calor. Nos despedimos y, cuando iba a arrancar, se giró y me dijo:

-Oye, no estamos muy bien de la cabeza, ¿verdad?

Yo me reí.

-Nosotros sí. Son los demás los que no.

SisterBoy dijo...

El sábado estuve en el Teide y me acorde de ustedes al ver numerosos ciclistas atravesando el mar de nubes, tal y como iban seguro que todavía están subiendo pero seguro también que llegaran a la cima

Cuidadores de enfermos Bolivia dijo...

Excelente articulo