martes, octubre 16, 2012

Pedaleando en Lovaina

Mi sobrina Clara ha sido una de las afortunadas en recibir una de las últimas becas Erasmus antes de que la Comunidad Europea acabe con ellas. El lugar elegido ha sido Leuven-o Lovaina, como decimos aquí- una de las típicas ciudades del norte de Bélgica, en la zona de Flandes, con una universidad de gran tradición y que recibe unos 3700 estudiantes de otros países, lo que unido a los 25.000 estudiantes belgas, da como resultado una población en la que uno de cada tres habitantes es estudiante: imaginaos el ambiente de la ciudad- facultades, bares, restaurantes, librerías, institutos,  bibliotecas, y un calendario de fiestas y eventos que cualquiera envidiaría.

Si hay 100.000 habitantes en Lovaina, también hay 100.000 bicicletas. Ya en nuestra anterior visita a Bélgica pudimos comprobar la querencia de los belgas por las bicis,y lo preparado que está el país en general y las ciudades en particular. Lovaina está lleno de bicis por todas partes, aparcadas de cualquier manera, por el carril-bici, por la calzada, por las calles peatonales. Hay tantas que las dejan por la noche y amanecen tiradas por el suelo, que da hasta pena.

Bicis aparcadas, bicis tiradas, a la puerta de la estación
Como suele ser normal en esos países extranjeros los dueños de las bicis no ponen especial cuidado en atarlas y candarlas: mientras que aquí llevamos dos-y hasta tres- cepos para que no nos las roben, allí las dejan sin atar, o con un mini candado que bloquea la rueda trasera incorporado en la bicicleta. Así que no debe haber muchos robos: a pesar de eso también los hay que avisan a los ladrones:

Las manos quietas! y lejos de esta bici VIP
Otra cosa que hay en Bélgica es una red de ferrocarril que funciona extraordinariamente, con un montón de trenes a buen precio, con descuentos-cómo no-para estudiantes y jóvenes menores de 26 años. Desde la página web puedes planificar recorridos, ver horarios y tarifas, de manera muy fácil. Nosotros fuimos de excursión a Namur, en la zona valona-donde hablan francés- Pena que el día no acompañara, pues la lluvia es uno de los pocos "defectos" que tiene este pequeño país. Situada entre dos ríos, el Mosa y el Sambre, la ciudad está presidida por una ciudadela con bonitas vistas.

Vista de la ciudad (nublada) de Namur
En Lovaina alquilamos unas bicis cerca de la estación. Si tenéis ocasión de entrar en el aparcamiento de bicicletas donde esta situado el taller y la oficina de alquiler no os lo perdáis: yo nunca había visto tanta bici junta.

Y así varias filas de bicicletas
Pedaleamos por el centro histórico sin dejarnos casi nada: el ayuntamiento que preside la plaza principal o Grote Markt, la biblioteca universitaria donde casi me quedo a trabajar y la plaza Oude Mark, El Bar Más Largo de Europa, donde se agrupan bares y más bares llenos de estudiantes todos los días del año.

Las chicas en la fachada del Ayuntamiento

Cucumber a la puerta de la Universiteit Bibliotheek (yo estoy dentro pidiendo una beca)

Cucumber en la Oude Markt (yo estoy dentro pidiendo una cerveza)


 Para abastecer a tanto bar Lovaina cuenta con la fábrica de cerveza Stella Artois, una de mis favoritas pese a ser bastante normalita si la comparas con los otros tipos disponibles en todas las cartas de los bares: negra, tostada, de trigo, de cereza, de coco, en mil vasos y mil copas diferentes: hay una cerveza para cada persona, hasta para aquellas que no les gusta la cerveza.

A la puerta de la fábrica de Stella Artois
Otro de los paseos que dimos por Lovaina fue Groot Begijnhof, que se halla en el sur de la ciudad, muy cerca del campus de ciencias donde estudia mi sobrina. Este Gran Beaterio es un barrio de trazado medieval, con casas de ladrillo y calles con adoquines.


Una beata en el Beaterio







 Lovaina nos ha gustado mucho, una ciudad sin duda para visitar de vacaciones, y mejor aún de estudiante con beca Erasmus: eso sí, si vais no dejéis de alquilaros una bici, sea para unas horas, como nosotros, sea para varios meses, como ha hecho mi sobrina con esta bici morada tan bonita que se ha convertido en su compañera inseparable en las escasas semanas que lleva en Bélgica.

Clara y su bici con alforjas para los libros.

7 comentarios:

Clara dijo...

Que bonita la entrada!!! me ha gustado mucho!!!!

Clara

Anónimo dijo...

Ah¡¡ que envidia..voy a ve si me dan una de las ultimas becas Erasmus.

Inibi-Erasmus de Rotterdan

cucumber dijo...

Inibi, a nosotros pronto nos van a dar la Beca Jubilamus..asi que tal vez podamos irnos a una residencia en Lovaina, pero de otro tipo.snifff

El Impenitente dijo...

Me parece que la Comunidad Europea también va a terminar pronto con las Becas Jubilamus. Me encantaría que me diesen una de esas, aunque, más que a Lovaina, nos mandasen a Benidorm.

J.L. GURU dijo...

Muy bueno el reportaje , estupendo.

SisterBoy dijo...

¿Y no se comieron un buen plato de mejillones?

Slim dijo...

No, y es la segunda vez que vamos a bélgica y nos volvemos sin probarlos...comimos eso si patatas fritas y las chicas el clásico gofre.