lunes, mayo 06, 2013

Cicloturista Ruta de los Castillos

CARTEL DE LA RUTA DE LOS CASTILLOS
159 km.2800 m, de desnivel

El sábado 4 de Mayo, acompañado de 1199 compañeros de fatigas, comencé la Marcha Ruta de los Castillos desde Ayora.
Antes quedaba, levantarse antes de las 5 de la mañana, conducir hasta Ayora, dorsal, chip, alimentación, decidir el numero de geles, barritas, y buscar la salida.

Lo primero que pasa en un ciclo-turista  es que se sale a toda ostia. Mis pulsaciones subieron cerca del limite, y empiezas a pensar que si a los 3 km, estas así ¿cómo estarás cuando termines después de 159 km?
El primer puerto, El Campichuelo,  que este año era sorpresa por lo visto, es una trampa mortal, con rampas del 20 % y no pocas..pero con paciencia y sacrificio se supera.

Inibi y yo detrás sufriendo en el Campichuelo

Luego vienen los avituallamientos, donde sí es verdad lo de un plátano al día (yo ya he cumplido para un mes) y así, rodeados del hermoso paisaje del Valle de Cofrentes, se llega al segundo puerto: Casas del Río , un puerto un poco mas asequible, pero que te castiga un poco más,  Pero hay que seguir siempre adelante, eso si, acompañado permanentemente  de mi amigo y gregario Inbi, como un Batman y Robin luchando contra las fuerzas del mal de los puertacos.

Un obstáculo detrás de otro.  4 puertos como 4 soles


Y nos encontramos con el tercer puerto "Morajete", donde en las últimas rampas, empiezan mis verdaderos problemas: Los calambres musculares, o como dicen muchos valencianos "rampas", Todo empieza con pequeños avisos, un pinchazo por aqui, un musculo que se mueve mal por allá, y de pronto aparece. El que no haya sentido la sensacion sobre una bici, subiendo un puerto, de un buen calambre en el muslo interior, no sabe lo que se pierde.


Era feliz, no había aparecido todavía el fantasma de los calambres

Que se puede hacer?. Parar, y estirar,( aunque cuando intentas estirar de vuelve a dar). Pero como no te puedes quedar en la cuneta, te vuelves a subir en la bici, con más miedo que cien viejas. Y piensas que a la siguiente pedalada van a venir otra vez las contracciones.

Con todo, llego al cima del Puerto, y me vuelvo a hidratar  y a los queridos plátanos. Pero aun queda el último puerto, el temido Caroche, a cuya base se llega con 143 km, y tiene unas pendientes que llegan al 16%.

La segunda vez que me paro -totalmente enganchado- me aborda una moto de la organización y me invita a subir a un coche o ambulancia. Casi indignado, me niego, pues una vez subí al coche escoba en Calamocha, y aún tengo pesadillas con el cachondeo de mis colegas. Así que china-chana y siempre con el apoyo de mi Sancho Panza particular llego a la cima del Caroche, donde una bella miembra?? de la Cruz Roja me ofrece Reflex, que no se ya si bañarme en él  o bebérmelo.

Por fin, y tras 159 km, se llega a Ayora, y todo cambia, atrás quedan los sufrimientos, ya hemos cumplido. Todo el mundo parece feliz, también los numerosos ciclistas que estaban en los arcenes estirando, el que subía a pie el puerto  y supongo que incluso el que estaba vomitando en mitad del Caroche.


Inbi y yo mismo, tras muchas horas de pedaleo

El ciclista  pronto olvida, sobre todo si le ofrecen un buen plato de gazpacho manchego y dos cervezas.
Y así termina la historia de mi ciclo-turista, como dice Inibi, "hoy hemos tenido un día épico".
- ¿Eso es bueno o malo?.
- las DOS cosas a la vez, es simplemente: ÉPICO.






4 comentarios:

Slim dijo...

tenías que haber puesto la foto de los plátanos :-)
Para mi cualquier persona capaz de pasar 7 horas en una bici es un HÉROE, bueno más de 4 horas ya empieza a parecerme épico.
Enhorabuena a Batman y Robin!

Anónimo dijo...

Que marcha más chula, que bonito estaba todo ( la primavera es lo que tiene), y que bien sabían los plátanos , hasta encendieron la nuclear en nuestro honor (peazo humareda).. El año que viene hay que volver pero vestidos de Batman y Robin, con capa y todo

Inibi-Robin

El Impenitente dijo...

Enhorabuena, campeón. La épica, a la larga, siempre es para bien, cuando ya han cicatrizado las heridas, porque sólo los héroes conviven con la épica. Con tanto plátano, en vez de Cucumber debieras llamarte Mister Banana (sin retintín). Se te debe de salir el potasio por las orejas. Muy buena crónica. He tenido que levantarme a estirar mientras te leía.

Ave Alicante dijo...

Una de las mejores rutas que se conocen.
Enhorabuena por compartirlo!