domingo, marzo 19, 2017

Tres días en Malta

Viajar a Malta es muy fácil desde Valencia, con vuelo directo de Ryanair que te deja en el aeropuerto de Luqa en dos horas exactas. Malta es un país mediterráneo compuesto por tres islas: Malta, Gozo y Comino, siendo la primera de ellas la más conocida y habitada, donde se encuentra su capital, La Valletta.

Imagen de La Valletta desde el mar
 La mayoría de los hoteles se encuentran situados en Sliema, frente a La Valletta - además de en otros centros hoteleros más alejados como San Julián y Spinola - y allí fue donde nos buscamos el nuestro, el Sliema Marina Hotel. Estratégicamente situado entre McDonalds y Burger King...en serio! y aparte de eso frente a las paradas de los autobuses turísticos que se han convertido en la manera más provechosa de visitar la isla a buen precio y de forma cómoda. Además, desde Sliema a La Valleta un ferry te lleva en 5 minutos por 1,50 euros (también tienes la opción de ir en autobús de línea).

El autobús del Sur es rojo, y el del Norte es azul
De esta manera recorrimos la isla: un día la parte del Sur, y al otro la parte del Norte. Puedes ir eligiendo las paradas en las que bajas, bajar en todas o bien no bajar en ninguna. Nosotros el primer día vimos La Valletta desde el autobús para recorrerla más tarde, y nos bajamos en primer lugar en Paola, para visitar el Hipogeo de Hal Saflieni (un templo subterráneo Patrimonio de la Humanidad) y los Templos de Tarxien, que tienen unos 2800 años. El Hipogeo estaba cerrado por obras de restauración, pero en los templos si pudimos hacer la visita.

La turista intrépida y la guía
De los templos nos pusimos en marcha hacia las tres ciudades, construidas y fortificadas por los Caballeros de la Orden de Malta en el siglo XVII para defenderse de los piratas. Las tres, Senglea, Vittoriosa y Cospicua, son de estilo muy parecido a La Valleta. Lo más curioso es su ubicación, como tres lenguas que entran en el mar. Como resultado es bastante difícil orientarse.

Senglea, Vittoriosa y Copiscua, frente a La Valletta (Sliema quedaría al otro lado, donde pone Fort Manoel)
Ismael intentando orientarse, aquello es La Valleta o Copiscua?
Fuimos a comer a Marsaxlokk, un pueblo pesquero del sureste de la isla, donde pudimos apreciar más si cabe el azul del mar.

Marsaxlokk
Y para azul, los alrededores del Blue Grotto, nuestra siguiente parada. Y digo alrededores porque la gruta no pudimos verla. Y es que en invierno los barcos que te llevan se cogen vacaciones, y sólo pudimos dar el paseo hasta la mitad.

En cualquier caso espectacular
Al día siguiente, en la ruta del Norte, nos reservamos dos horas para la capital, que sólo habíamos visto al atardecer. La ciudad desde luego es preciosa: la catedral, el palacio, el Fuerte de San Elmo, la Biblioteca Nacional. Todos los edificios están muy bien conservados, la mayoría con los balcones típicamente malteses.



Las casas y balcones Malteses
 En algunos rincones de La Valletta se deja ver la influencia inglesa. No mucho, porque la italiana les ha ganado la partida: la comida, el acento, el aspecto físico de los malteses es muy parecido a Italia. Y aunque el inglés sea idioma oficial, tienen otro, el maltés, una mezcla de árabe e italiano, que predomina en muchos lugares.


Una cabina inglesa, o maltesa mejor dicho
De La Valleta nos dirigimos a Mdina, antigua capital y hoy en día escasamente habitada, repleta de casas señoriales de viejos nobles, conventos e iglesias. Conocida por la "Ciudad del Silencio", hoy es día es un centro eminentemente turístico. Su perfil impone, desde luego.

Mdina desde el autobús
Para terminar el día nos dirigimos a las playas del norte, la zona más turística de la isla. Tras tomar una cerveza en la Golden Bay, paramos en Spinola para asistir atónitos a la celebración de San Patricio: música, bares y mucha gente joven se concentra en esta zona de la isla para aprender inglés, de viaje de estudios o simplemente de amigos con ganas de fiesta. Estaba bastante ambientado, la verdad.

En Golden Bay la cosa estaba más tranquila, en Spinola se desmadraba
Lo cierto es que nos ha parecido una isla muy recomendable para una visita corta, quizá con un día más hubiéramos podido visitar Gozo, aunque tras la desaparición de la Ventana Azul ha perdido un valor turístico bastante importante. Yo aconsejo evitar los meses de calor a no ser que quieras bucear y tirarte en la playa, también porque la isla es pequeña y es fácil imaginar colas y atascos para todo. Y un último consejo: el autobús de linea X2 que une el aeropuerto con Sliema es una verdadera lata: tarda más de una hora y las frecuencias son penosas (a la vuelta estuvimos casi más tiempo entre esperándolo y en el viaje que volando). En verano debe funcionar Terravision, así que mejor esta opción, aunque sea algo más cara, y si no queréis perder mucho tiempo, un taxi. Por lo demás un destino muy recomendable para pasar unos días relajados y volver muy descansados. Ciao, malta!!

2 comentarios:

El Impenitente dijo...

Y todo sin llegar a nombrar el doce a uno. Cómo se nota que ya tenemos una estrella sobre el escudo.

Siempre me hizo gracia que la gente se fuese a estudiar inglés a Malta. Tiene su lógica, pero es gracioso.

Y tomo nota. Y no iremos en verano.

Slim dijo...

Pasamos por el estadio y me acordé! aunque Ismael me fastidió un poco diciéndome que nos lo habían regalado brrr con lo bonito que es ese recuerdo de la infancia :-)