lunes, marzo 21, 2016

Cambridge, City of Colleges

Si quieres viajar a la Inglaterra más tradicional, Cambridge es el sitio adecuado. Una ciudad que creció al amparo de la Universidad,  fundada en 1209, y que conserva intactos todos los edificios de sus famosas residencias de estudiantes (los llamados “College”), construidos hace 5 siglos.

El Saint John's, uno de los famosos college
Todo en Cambridge te recuerda a un cuento, o más bien a varios: todos los que forman la colección de Harry Potter. La fachada del King’s College o los jardines del Saint John’s recuerdan inevitablemente a Howgarts, y sin duda sirvieron de inspiración a JK Rowling para escribir las historias del joven mago. Como yo soy bastante friki de Potter, os podéis imaginar que me encantó pasear por el interior de los College, a pesar de que la visita es bastante restringida (apenas se puede acceder al interior de los edificios), y bastante cara (lo normal en Inglaterra, allí todo cuesta muchas pounds!!).

El King's College tiene una capilla espectacular
Llegar a Cambridge es muy fácil si vuelas con Ryanair. El aeropuerto de Stansted está a medio camino entre Londres y Cambridge y desde la estación situada en el mismo aeropuerto puedes coger un tren directo. En 30 minutos te encontrarás en la estación de Cambridge, construida en 1845 lejos del centro de la ciudad debido a la insistencia de las autoridades académicas, que temían su maligna influencia[1]Esta resistencia a aceptar los cambios se refleja, casi 200 años después, en sus calles empedradas y edificios de ladrillo. Y también en las miles de bicicletas que recorren sus calles.


Bicis por todas partes
La ciudad la atraviesa el rio Cam, cruzado por distintos puentes, aunque a algunos de ellos sólo puede accederse desde el interior de los College. Es el caso del Puente de los Suspiros, que toma su nombre y estilo del de Venecia - y que sólo puedes cruzar si eres alumno del Saint John’s- y el Mathematical Bridge, que se sitúa dentro del Queen’s. De este último cuenta la leyenda que lo construyó Newton sin utilizar tornillos ni tuercas pero no es cierto. El puente fue construido en 1749 por James Essex (y con tornillos!) Eso sí, el diseño es bastante ingenioso.

El Mathematical Bridge desde Silver Street

Otra forma de ver los puentes (y la parte de atrás de los College), es montándote en una batea para un paseo sobre el agua. En estos barcos (llamados “punt”), muy similares a las góndolas venecianas, puedes realizar un circuito de unos 45 minutos mientras te cuentan las historias de los edificios más emblemáticos. A esta actividad la llaman “punting”: si estás interesado no tiene pérdida pues los chicos de las distintas empresas te lo ofrecen por las principales calles de la ciudad.

El Puente de los Suspiros desde el agua

Haciendo "punting" sobre el río Cam


Como en toda Inglaterra, te encontrarás tiendas encantadoras en las que practicar el deporte nacional (el shopping), preciosas librerías y numerosos pubs en los que puedes comer y beber una buena pinta mientras ves en la tele el otro deporte nacional, el fútbol (se dice que el primer reglamento del fútbol moderno lo escribieron aquí, en Parker's Piece, en 1863). Lo que distingue Cambridge del resto del país es el ambiente estudiantil de sus calles, las bicicletas, la juventud que se respira y se vive. 

Los profes de Cambridge van con la toga, y el birrete
Isaac Newton, Charles Darwin o Stephen Hawking fueron estudiantes en la Universidad de Cambridge (entre otros 90 premios Nobel). No es de extrañar que paseando por sus calles respiremos cultura y educación a partes iguales, además de empaparnos de acento británico. Para no perdérselo, si es que no podemos estudiar ahí!

A la entrada del Christ's College. Si me dejan, me quedo a estudiar ;-)



[1] Lo cuenta Tom Sharpe, en “Zafarrancho en Cambridge”.

1 comentario:

El Impenitente dijo...

Y los remeros. Tropecientas medallas olímpicas han pasado por Cambridge.