Pedaleando por Murcia (y Almería)

Desde el 18 de febrero sin actualizar el blog y, lo que es peor, sin pedalear demasiado. Confinamientos aparte, un verano en la montaña y un inicio de temporada muy suave me han hecho abandonar la bici hasta este puente, en el que hemos sacado el articulario del camping y nos hemos ido a Murcia, a continuar nuestro recorrido por la costa Mediterránea. Y es que estos años hemos pedaleado en el Delta del Ebro, en la costa del Azahar, en la costa Blanca, y en Murcia hasta puerto de Mazarrón. Y hacia allí nos dirigimos para seguir adelante y visitar un trocito más de nuestro mar.

Que si, que fuimos de camping, y con la tienda!!

Nos alojamos en el camping Los Delfines, de Puerto Mazarrón, que tiene dos ventajas: baños individuales en cada parcela, con su fregadero y todo, y una piscina-balneario a 35 grados, perfecta al volver de la bici...y también si no has ido en bici.  El primer día, después de dormir mejor que en el hotel de 5 estrellas, salimos en dirección Bolnuevo.

En Bolnuevo visitamos las Gredas, formaciones de material arcilloso muy curiosas

Al final del paseo marítimo de Bolnuevo comienza un camino de tierra que bordea la costa. En el camino infinitas calas nudistas y textiles, todas solitarias, el paraíso en la tierra. Este paseo lo puedes hacer caminando, más pegado al mar, o en la bici (nunca en vehículo motorizado). En la bici atraviesas la Sierra de las Moreras, así que es tiene alguna que otra cuesta.

El paisaje es espectacular y los baños divinos

Tras una sucesión de calas de aguas transparentes como Isla de Lobos, la Grúa o Cala Leño llegarás a una zona de extensas playas y terrenos más llanos donde la pista va por la misma playa (cuidado con la arena), y donde encontramos algunas caravanas.

Algunos están ahí desde 1972

Finalmente aparece ante nuestros ojos las Puntas de Calnegre, un paraíso virgen donde parece que el tiempo se ha detenido. Muy similar al Cabo de Gata, también es parque natural aunque menos conocido. Comer una ensalada murciana y unas sardinas en el chiringuito a pie de playa es una experiencia casi mística.

La litrona de Estrella Levante que no falte

Al día siguiente levantamos el campamento para dirigirnos al Camping Bellavista, en Águilas. Aquí no hay balneario pero el camping es más tranquilo y plantamos la tienda enseguida, antes de irnos pedaleando hacia la ruta de las 4 calas, otro paisaje protegido que puede hacerse andando, por un precioso sendero, o en bici como nosotros, por la carretera, y entrando en cada una de ellas. El baño es opcional.

En Los Cocedores, casi casi en Almería

Las cuatro calas (Calarreona, la Higuerica, la Carolina y Los Cocedores), están libres de desarrollo urbanístico pero se puede ir en coche, así que hay más gente que en las calas de Mazarrón (y el bañador es obligatorio). Pero cualquiera de ellas ofrece un precioso paisaje y mucha paz.

Aparca la bici y vamos a bañarnos

Por la noche cenamos en Águilas con mi compañera Isabel Miras que nos llevó a comer un pescado delicioso en el restaurante Oriente, muy recomendable. Teníamos que coger fuerzas porque al día siguiente teníamos que subir hasta Mojácar. Pero antes, recorrimos el comienzo de la provincia de Almería y las playas naturistas de Vera, que ya no son sólo playas, son hoteles, urbanizaciones y calles hechas para el disfrute de los amantes del nudismo.

Las playas de Vera, arena fina, cactus y aloe

La subida a Mojácar se hace dura, y es que cuando llegas a sus playas te queda subir al pueblo, que queda colgado en una montaña. Sus casas blancas y sus calles adornadas con flores de vivos colores llaman la atención de los turistas. Es la primera vez en todo el puente que vemos gente!

En Mojácar

Y asi acaban 4 días de sol, playa y mar en Murcia y Almería, una zona especial, poco conocida pero muy bonita para recorrer, en bici o andando. Un mediterráneo poco explotado que merece la pena visitar.

Los tracks los podéis encontrar en el wikiloc de Ismael.