domingo, febrero 28, 2021

El Pico La Rápita (y mucho más)

El jueves nos cogimos el día libre y lo aprovechamos para hacer lo que más nos gusta, salir al monte. Esta vez nos dirigimos a la Sierra de Espadán, en Castellón, un parque natural que ofrece bosques de pinos y encinas y su árbol más representativo: el alcornoque.


La ruta que hicimos tiene un poco de todo, tiene una subida espectacular al Pico La Rápita, el más alto de la Sierra, tiene historia de la guerra civil española, y tiene curiosidades como una Nevera construida en el siglo XVII y un pueblo abandonado.


El coche lo dejamos en el aparcamiento situado entre Almonacid y Alcudia de Veo, el que llaman el Collado de la Nevera. Desde allí parten las dos excursiones más famosas de Espadán: el pico la Rápita y el pico Espadán, siendo el primero 7 metros más alto.

La primera parte de la ruta , hasta llegar al pico, es exigente, pero también tiene sorpresas. La primera es el conjunto memorial La Almenarilla, las llamadas "Dos Tetas"


Durante la guerra civil española, estas montañas fueron escenario de graves enfrentamientos, ya que conquistar la Sierra de Espadán era abrir la puerta a Valencia por la carretera de Teruel-Sagunto. Los intensos combates en la Teta 1 (llamada franquista) y la Teta 2 (la roja), duraron hasta 5 días antes del fin de la contienda. Los restos de las trincheras y su situación son espectaculares.


Seguimos subiendo sin descanso hacia el Pico, que aparece ante nuestros ojos tras pasar el Alto de los Cubos. La Cima de la Rapita, a 1.106 metros, nos ofrece vistas más que bonitas, incluyendo el Pico Espadán, Penyagolosa y Villamalur.



En el camino de vuelta, pasaremos por la Nevera de los Cuatro Caminos, un depósito enorme, circular, construido para almacenar nieve y conservarla para disponer de hielo durante todo el año. 


Desde el molino seguimos caminando hasta llegar al Despoblado de Jinquer. Es la última visita de la excursión y la que más nos conmueve. Los pueblos abandonados tienen ese nosequé que hace que al recorrerlos empieces a imaginar su vida anterior, sus habitantes, como eran antes. Y sin quererlo te emocionas.

Llegando a Jinquer lo primero que vemos es su castillo. Si, tenía un castillo, y estaba en un sitio precioso.


Después te vas acercando y ves su Iglesia y sus casas derruidas. Jinquer fue evacuado en 1938 a causa de la guerra civil. Sus habitantes, un centenar, fueron realojados en poblaciones cercanas. El pueblo fue ocupado por tropas republicanas y, tras la guerra, sus vecinos nunca volvieron.


 
Pasear por Jinquer nos deja un regusto amargo, y volvemos a nuestra excursión para tornar hacia el punto de salida. Han sido unos 15 kilómetros y muchos descubrimientos.


Powered by Wikiloc

No hay comentarios: